Consultas frecuentes
La diabetes es una afección causada por un déficit en la acción de la insulina. Puede ser debido a que no existe suficiente insulina y en este caso hablamos de Diabetes tipo 1, o bien la insulina existe pero no puede actuar convenientemente y en este caso nos referimos a la Diabetes tipo 2.
La insulina es una hormona, vale decir una sustancia segregada directamente a la sangre por una glándula, el páncreas.
La diabetes se detecta por el exámen sanguíneo de la glucosa, valores menores a 126 mg/ml en ayunas en dos oportunidades o de 200 mg/ml en cualquier momento del día, aseguran el diagnóstico. Valores entre 110 mg/ml y 126 mg/ml en ayunas y entre 140 mg/ml y 200 mg/ml después de las comidas, se diagnostica como intolerancia a la glucosa y deben ser cuidadosamente vigilados y tratados con alimentación adecuada y ejercicio.
La diabetes no es contagiosa, pero sí hay algunas formas de diabetes que tienen un componente hereditario.
El nivel normal de glucosa en sangre corresponde a cifras de 70 a 112 mg/ml.
Existen 2 tipos fundamentales, diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2. Hay muchas otras enfermedades que acompañan la diabetes. Por extracción quirúrgica del páncreas, se puede producir una diabetes que no corresponde a ninguno de los tipos anteriores.
No en todos los casos. Los hijos de mujeres diabéticas que se embarazan pueden tener hijos diabéticos aunque con escasa frecuencia. Los hijos de diabéticos tipo 2 suelen tener obesidad y con el tiempo, luego de varias décadas, adquirir la afección.
Los pies pueden sufrir el efecto de alteraciones vasculares como obstrucción de grandes vasos y de pequeños vasos que afectan a la circulación, alteraciones por neuropatía y procesos traumáticos por mal apoyo. También infecciones que agravan las lesiones. Por todo ello, el cuidado de los pies y del calzado es fundamental.
Pueden aunque no es aconsejable. Ingerido en ayunas puede provocar hipoglucemia severa. Ingerido con alimentos aumenta extraordinariamente la ingestión de calorías, favorece la hiperglucemia y el aumento de peso.
No, también se etiquetan como dietéticos productos bajos en grasas, ricos en fibra, productos que eliminan la harina de trigo, pero que contienen otras harinas. Incluso alimentos etiquetados como «sin azúcar» pueden contener otros azúcares no convenientes. Conviene consultar con el especialista médico o nutricionista antes de comprar ese tipo de productos.
Los hijos de diabéticos pueden heredar la tendencia a la diabetes. Para que esta se manifieste entran en juego otros factores (sedentarismo y obesidad para la diabetes tipo 2), infecciones y factores de alimentación en la diabetes tipo 1.
La diabetes tipo 1 aparece de forma rápida, tiene tendencia a la cetoacidósis si no se trata adecuadamente y necesita siempre insulina. La diabetes tipo 2 aparece más frecuentemente en el adulto, en gran parte de los casos no presenta síntomas, suele ser precedida de obesidad, los síntomas son de aparición más lenta, puede ser tratada durante años solo con dieta y ejercicio, suele tener factores agravantes de las complicaciones vasculares como hipertensión arterial e hiperlipidemia.
No todas las personas con obesidad son propensas a tener diabetes, pero el 80% de los pacientes con diabetes tipo 2 han sido obesos previamente o lo son actualmente.
Las personas con obesidad tienen casi el doble de posibilidades de padecer diabetes tipo 2 que aquellas que mantienen un peso saludable. De igual manera se dispara el riesgo de sufrir patologías cardiovasculares y articulares. Por otro lado, determinados tipo de cáncer tienen relación directa con una mala alimentación como es el caso del cáncer de colon. También pueden sufrir más a menudo depresiones o problemas de autoestima.
Además de lograr que el paciente consiga un peso saludable y lo mantenga, el objetivo principal en cualquier dieta es proporcionar pautas para llevar una alimentación equilibrada para siempre, como forma de vida, no sólo mientras se está en tratamiento. La apuesta es la reducción nutricional de cara a una vida saludable.
Precisamente para evitar el «efecto rebote», es por lo que hacemos hincapié en la educación nutricional que pretende crear unos hábitos saludables de por vida. Además, una vez finalizado el tratamiento dietético, el apoyo de nuestros profesionales para asesorarte.
El ejercicio físico es imprescindible dentro de una vida saludable y debe ser siempre compañero inseparable de cualquier tratemiento dietético. El ejercicio, además de quemar calorías, aporta innumerables beneficios al organismo: baja el nivel de estrés, aumenta el metabolismo basal (al crearse masa muscular, el gasto en reposo es mayor), aporta bienestar debido a que al practicar ejercicio aumentan las endorfinas, entre otros beneficios.